jueves, 21 de enero de 2010

La derecha de los maricomplejines


Hace escasas horas volví a impactarme con otra de esas noticias que uno no puede creer: El PP renuncia, también, a oponerse a la ley antidescargas de la ministra González Sindemocracia. Y es que hacía sólo un día, el ''nuevo'' Partido Popular presentó su propuesta educativa para el pacto con Gabilondo en el que traicionaban a sus votantes una vez más: El PP renuncia a eliminar Educación para la Ciudadanía.

En su día ya fue Feijóo, el que aupado hasta el poder por asociaciones que reclamaban la libertad lingüística y el bilingüismo, como Galicia Bilingüe, se olvidó de sus promesas y presentó un modelo educativo trilingüe que no decía nada de libertad de elección del idioma por parte de los padres incluyendo el inglés... ¿para qué?

El caso es que la mala hierba crece bastante rápido y el modelo de Feijóo ha sido apadrinado por los diferentes barones territoriales del PP en comunidades bilingües como Baleares o la Marca Hispánica.

El Partido Popular, sobretodo a raíz del congreso de Valencia, comete dos errores clamorosos en su manera de orientar la política:

El primero de ellos reside en el complejo de inferioridad que ha adquirido la derecha en España en las últimas décadas, hasta el punto de dar la sensación de no sentirse legitimado para gobernar un país. La propaganda de la izquierda y la manipulación de la historia reciente de la que ha sido testigo este país en estos decenios ha sumido a una torpe, vulnerable y débil derecha española en un complejo sin precedentes en España ni tampoco en ningún otro país de Uropa.

El segundo de los errores consiste en esa falsa creencia, muy extendida en este país y dentro del seno del Partido Popular, de que los votantes de la derecha los tienen asegurados hagan lo que hagan. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que el voto de la derecha es más fiel y comprometido que el de la izquierda pero, no obstante, la dejadez y la falta de rigor y la débil oposición que está ejerciendo el partido de Génova, 13 puede costarle caro a la hora de movilizar a su electorado que, aunque fiel, no es tonto, cosa que sí parece demostrar que es la plana mayor del PP.

Le preguntan por Franco, por la historia de España, por las autonomías, por los ''avances'' sociales de la progresía española y... el complejo que sufren es tal... el miedo se apodera de sus semblantes. ¿Miedo a qué?... ¿A ser como eres?. Ese miedo a equivocarse está llevando al partido donde estuviera Aznar, Zaplana, Acebes, Pizarro y otros tantos a buscar el fallo del contrario y vivir de lo mal que lo hace el contrario.

El empeño de los sectores gallardonitas del PP de destruir la esencia de este partido y ponerlo al servicio de la voluntad de los socialistas ha llevado a acuñar la autodefinición de partido de centro reformista en sus estatutos de funcionamiento, a alabar a la Cadena SER y a El País, que tantas veces les han insultado con ánimo del más mugriento lucro.

La diferencia en intención de voto obscila entre los 2 y los 5 puntos de diferencia. Distancia insignificante para que la maquinaria mediática del Gobierno la neutralice de aquí a las elecciones... Vuestro centrismo está llevando a esto: a una distancia de 2 a 5 puntos donde debería haber 20.

Al electorado hay que movilizarlo y ustedes, señores del PP, no lo están haciendo. Estáis dejando de lado y traicionando a vuestros votantes para captar cuatro votos del centro y de la izquierda menos sectárea (que también la hay, aunque parezca que no).

Faisán, 11M, crisis económica, leyes y estatutos anticonstitucionales (no inconstitucionales), corrupción y desvergüenza, fracaso educativo, jueces corruptos...

La fuerza de vuestro rival reside en vuestra ignorancia, vuestro complejo y vuestro miedo...