domingo, 11 de julio de 2010

LOS MEJORES DEL MUNDO

Muchas son las sensaciones que en estos momentos, horas después de la consecución de la Copa Mundial de la FIFA 2010 por nuestra selección, se me pasean por dentro de éste modesto escriba que desde tiempo atrás soñó con vivir esta situación.
No se trata de ningún 28 de diciembre, no es ninguna broma querido lector, ESPAÑA ES CAMPEONA DEL MUNDO DE FÚTBOL. Y no, no es ningún mundial sub 20 (que ya tiene mérito aunque lo hemos vivido en el 99), ni sub 16, es la categoría absoluta.
Más de 700 astros representando a 32 países de este globo terráqueo se han dado cita en Sudáfrica desde el pasado 11 de junio hasta el día de hoy y, de entre todos ellos, han sido los 23 guerreros capitaneados por el General Del Bosque los que han conseguido elevar su bandera más arriba que el resto y hacerse con esa copa mítica y legendaria dentro del mundo del fútbol de cinco quilógramos de oro puro.
La enseña rojigualda ha brillado como no se recordaba en las calles de las ciudades y pueblos de que recorren la piel de toro. Los españoles, víctimas de la incompetencia política de Zapatero y de la descomposición provocada por la división en Reinos de Taifas (también llamadas autonomías) han dejado de lado sus diferencias y se han sumado a la empresa colectiva de ganar el mundial, demostrando que siguen vivas todas las fuentes genuinas de España.
El partido fue bronco, tenso, propio de una final de tales magnitudes, aunque no falto de emoción y buen fútbol sobretodo por parte de España.
España trató de imponer su juego de toque, herencia de Luis Aragonés (que tiene también su parte de mérito de este triunfo), pero se tropezó con una selección del Reino de los Países Bajos (que no Holanda) que supo plantarle cara y crearle bastante peligro. No obstante, el juego de los naranjas vulneró los principios del juego limpio bajo la complicidad de un pésimo arbitraje del inglés Howard Webb (creo que se escribe así ¿verdad?) que nos ha hecho pensar a más de uno: ''si este es el mejor árbitro del mundo... cómo será el peor''. Una entrada de Bruce Lee... emm, estoo... de De Jong, mereció la más colorada de las tarjetas rojas pero se quedó en amarilla, y así podría enumerar un sinfín de acciones pobremente sancionadas.
En estos momentos he de delatarme y decir que nunca he sido demasiado simpatizante de las ideas de Vicente Del Bosque, más allá del enorme aprecio y respeto que le tengo, puesto que es todo un señor con un comportamiento ejemplar. Discrepé de la lista de 23, creo que Senna, Antonio López, Reyes y, probablemente, Joaquín, estaban mejor que Javi Martínez, Navas, Capdevila, Marchena... y fui y sigo siendo uno de los principales enemigos del doble pivote defensivo que, por mucho que muchos (valga la redundancia) se empeñen en negar, existe, y rompe con la herencia de Aragonés, que jugó en la Euro 2008 con Senna y Xavi como pareja de mediocentros.
Desde aquí felicito a Don Vicente Del Bosque.
También me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre los Países Bajos, esa región rebelde de protestantes que un día consiguió derrotar a los tercios españoles de Felipe IV y Alatriste. Esta selección de fútbol deslumbró al mundo en la década de los 70 con sus dos finales perdidas y el legado de Johan Cruyff y compañía de lo que se conoce como ''fútbol total'', ideología futbolística que hoy representan España y el Barça y que consiste en ''tener la pelota como método de ataque y a la vez de defensa''. Pero esa selección neerlandesa ya no es la que era y, pienso, de haber ganado este mundial, hubiera sido la más pobre campeona de la historia y la más injusta, ya que se plantó en la final con enormes golpes de suerte ante Dinamarca, Japón, Brasil y Uruguay.
No me gusta olvidar, porque pienso que el olvido le quita sentido a la vida, por eso desde aquí quiero hacer mención a aquella mañana de junio de 2002 en que un egipcio destrozó el sueño español en Corea del Sur. Lo de Tasotti, Eloy, Cardeñosa, Arconada... no lo viví, pero sí que tuve la mala suerte de ver la decepcionante Eurocopa de Portugal, el penalty de Raúl ante Francia en el 2000, la mala suerte en Alemania 2006, la cantada de Zubi en Francia '98 y la mayor de las desgracias, la de 2002.
Como español, he pasado las 4 horas desde la ceremonia de clausura hasta el final de la celebración con los pelos de punta y doy gracias a los internacionales de nuestro país por haber hecho sonar el himno nacional de esta gloriosa y milenaria nación para todo el mundo.
Ah, y en 2013 volveremos a jugar la Copa Confederaciones.
Desde España, para el mundo... ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!